El turismo deportivo es uno de los fenómenos que más ha crecido en los últimos años. Se estima que cada año viajan 15 millones de personas de todo el mundo. En términos porcentuales, el turismo deportivo absorbe alrededor del 10% de todo el gasto turístico mundial. Con esta premisa, basada en los datos de la European Travel Commission, es fácil ver la importancia de un segmento cada vez mayor.
El mercado del turismo deportivo está en constante evolución. El concepto de vacaciones de montaña, por ejemplo, ha cambiado enormemente, tanto que se ha inventado una nueva terminología para que los turistas definan al amante de la montaña que no esquía. En la jerga, la categoría ha sido nombrada: «Snow Lovers No Skiers» (Amantes de la nieve no esquiadores). Todo esto llevó a la creación de paquetes de servicios personales. Desde centros de bienestar hasta actividades de ocio para la familia y los amigos.
Cuando se trata de elegir un destino para los deportes activos, las disciplinas al aire libre generalmente tienen más atractivo. El ciclismo, el esquí, el senderismo, las carreras y los deportes acuáticos son un medio extraordinario para descubrir la región. Basta pensar que sólo el Maratón de Nueva York genera un valor de más de 300 millones de euros cada año, lo que es una de las razones por las que los organizadores de los Juegos Olímpicos de 2024 están trabajando en la idea de una carrera que también esté abierta a los aficionados.
El fútbol, sin embargo, está demostrando ser el principal deporte en cuanto a la fidelidad de los seguidores, especialmente en los grandes eventos como la Liga de Campeones. Un estudio llevado a cabo por Expedia el año pasado confirmó un incremento del 30% de las búsquedas en Madrid (sede de la final) en comparación con 2018. Por lo tanto, es hora de que los centros de fútbol tradicionales den un salto cultural.
En la Unión Europea, el 69% de las personas que suelen practicar un deporte no son miembros de un club. Es necesario encontrar soluciones innovadoras abriendo su estructura al mundo. El turismo deportivo es una de las principales claves para la innovación del modelo económico.
WSBSPORT está desarrollando una plataforma para que los centros de fútbol indoor puedan ofrecer a sus clientes experiencias VIP altamente personalizadas en todo el mundo. De esta manera, los administradores de las instalaciones podrán aumentar sus ingresos «rompiendo» los límites del espacio físico de su centro mediante una serie de propuestas internacionales.
Es posible crear verdaderas expresiones de turismo deportivo activo, coordinado por un «Guest Experience Manager» que, como profesional del sector, podrá orientar a los viajeros en la elección de las actividades, combinadas con propuestas culturales y gastronómicas.
Las actividades pueden ir desde las dedicadas al visionado en directo de los grandes eventos futbolísticos (Premier Legue, La Liga, Serie A, Champions League y Europa League) con paquetes exclusivos, hasta la organización de cursos deportivos avanzados, o simplemente a un intercambio cultural, aprendiendo o mejorando un idioma, permitiendo a las familias dar a sus hijos experiencias inolvidables.
Es obvio que no podemos improvisar. Toda la estrategia de venta debe ser repensada desde una perspectiva «vertical» para convertirse en un punto de referencia para el cliente en todo lo relacionado con su deporte favorito.
Le agradezco el tiempo dedicado en leer esta reflexión. Me gustaría escuchar su opinión sobre el turismo deportivo y la evolución del modelo de negocio de los centros de fútbol 5.